dilluns, 19 de novembre del 2007

La batalla del Pirineo. Redes de información y evasión aliadas en el Pallars, el Alt Urgell y Andorra, durante la Segunda Guerra Mundial

Del 20 de noviembre de 2007 al 30 de enero de 2008
Museu del Tabac - Antiga Fàbrica Reig
c/ Doctor Palau, 17
Sant Julià de Lòria (Principat d'Andorra)
Tel. +376 741 545
info@museudeltabac.com

Horarios:
De martes a sábado: de las 10 h a las 20 h
La última visita es a las 18'30 h.
Domingos: de las 10 a las 14'30 h.
Lunes: cerrado

Fotografías de la exposición en Sant Julià de Lòria

Acceso a los contenidos de la exposición
Exposición itinerante

Josep Ibern, un republicano en las redes de evasión aliadas

Fredi Ribó

Precedentes
Josep Ibern Eroles nació el 20 de mayo de 1921 en Àger (La Noguera, Catalunya). Era hijo de una familia de agricultores. Cuando tenía 13 años, se trasladó a Lleida para aprender el oficio de panadero. Antes de la Guerra Civil Española se relacionó con personas vinculadas a Joventut Republicana y Estat Català de la ciudad de Lleida.
En agosto de 1936, con sólo 15 años de edad, consiguió alistarse a la Columna Macià-Companys. Participó, entre otras, en las batallas de Belchite y Teruel (Aragón). Cuando la guerra finalizó en 1939, Josep era ya teniente a pesar de tener sólo 17 años.
En febrero de 1939, Josep y un grupo de compañeros se exilian en Francia. Primeramente se esconden en las montañas, después se entregan a las autoridades francesas en el Voló (Pyrénées-Roussillon, Francia) donde son hechos prisioneros. Encerrados en el campo de concentración de Saint Cyprien, consiguen huir de éste pero son detenidos por indocumentados e internados en el campo de Barcarès, en el Rosellón. Allí les obligan a alistarse a la Legión Francesa el 1 de marzo de 1939 y son destinados a Algeria hasta que en junio de 1939 son trasladados a la frontera franco-suiza para realizar tareas de vigilancia. En septiembre de 1939 van a Saint Avold (Mosella, Francia) cerca de la frontera alemana. En mayo de 1940, después de haber entrado en combate durante la invasión de Francia, son desmovilizados.
Unos meses después, Josep decidió volver a Catalunya, tenía 19 años y ya había participado en dos guerras. Pero al llegar, fue detenido y encarcelado porqué fue oficial del ejército de la República. En Barcelona fue juzgado por un tribunal militar que le condenó a 12 años de prisión, era el 23 de diciembre de 1940. Para cumplir la pena fue trasladado a Son Servera (Mallorca, Illes Balears) donde perteneció a la Compañía de Trabajadores Disciplinaria núm. 93 que se dedicaba a fortificar la costa. En enero de 1941, Josep consigue hacer llegar una carta al abogado madrileño Antonio Delvado, un hombre de derechas que Josep había ayudado durante la Guerra Civil. El 10 de mayo de 1941, después de las gestiones del abogado, es puesto en libertad provisional. Delvado, que no cobró a Josep ningún honorario, le encontró trabajo en la empresa Sociedad de Carbones Industriales Oller que tenía que abrir una mina a 12 km de Àger.

Minas, contrabando y redes de evasión
Después de trabajar durante un tiempo en la mina de Àger, en 1942 Josep encuentra un trabajo en la empresa Carbones Pedraforca en Saldes (Berguedà, Catalunya). Algunos de los mineros que allí trabajaban, complementaban los ingresos con el contrabando de tabaco procedente de Andorra. A finales de octubre de 1942 Josep hizo su primer viaje hacia a Andorra, cruzando la frontera por el Port Negre (Alt Urgell, Catalunya) juntamente con 10 experimentados compañeros.
En un viaje de contrabando hasta Toulouse coincide con González, un compañero de la Guerra Civil y de la Legión francesa. González había entrado a formar parte de un grupo de la resistencia francesa. Su trabajo consistía en hacer llegar judíos evadidos hasta Inglaterra, pero para ello necesitaba alguien para organizar una ruta a través de los Pirineos. Este fue el inicio de la participación de Josep en las redes de evasión aliadas. Era hacia finales del año 1943. Al día siguiente, un miembro de los servicios secretos británicos, un judío llamado Rizan Ritter, entregó a Josep un sobre con fotografías que tenía que llevar hasta el Consulado Britanico de Barcelona y dárselo a Miss Collins. La representante del consulado entregaría a Josep dos sobres: uno pequeño para entregarlo a Francesc Viadiu en Andorra y otro grande que contenía diez pasaportes de nacionalitat británica, que habían sido hechos gracias a las fotografías transportadas y que debían ser llevados hasta Toulouse.
Josep volvió desde Barcelona en tren hasta a Guardiola (Berguedà, Catalunya) y desde allí se trasladó a Saldes en un camión de carbón que iba a las minas. Desde Saldes, Josep se fue hacia Andorra con Isidre Campmajó, de Josa de Cadí (Alt Urgell, Catalunya) su socio en casi todos sus viajes. La ruta que utilizaban habitualmente les llevaba hasta Gósol (el Berguedà, Catalunya), ascendían el Cadí y descendían por la Canal del Cristall o por la Canal Baridana hasta Arsèguel (Alt Urgell, Catalunya) y entraban en Andorra por el Port Negre hasta les Escaldes (Andorra) donde en la fonda Roca los dos compañeros tenían una habitación alquilada desde donde organizaban sus actividades de contrabando.
Los dos compañeros se fueron hacia Francia saliendo de Andorra por el Serrat (Ordino, Andorra) y fueron hacia Muret (Haute-Garonne, França) a buscar a los judíos: unos estaban escondidos en la iglesia y otros en casa del jefe de la policía. Condujeron al grupo hasta el Mas d’Azil (Ariège, Francia) y tardaron cinco días para llegar hasta el Hostal del Serrat. Los refugiados fueron trasladados hasta el Hotel Mirador d’Andorra (Andorra la Vella, Andorra), con el taxi del señor Joan de la Sort. En aquella ocasión, el viaje hacia a España no corría a su cargo, aunque en otras ocasiones sí que acompañaron grupos de evadidos hasta Barcelona.

Después de la Segunda Guerra Mundial
Josep se casó y tuvo tres hijos. Durante la década de los años cincuenta se instaló en Sant Julià (Sant Julià de Lòria, Andorra) y trabajó en la fábrica de Tabacos Reig durante más de veinte años. En 1976 colaboró en la creación y consolidación de l’hotel El Castell de Castellciutat (Alt Urgell, Catalunya). Los últimos años de su vida los pasó escribiendo y recordando las experiencias vividas durante la Guerra Civil Española y la posguerra. Murió en 2003 y fue enterrado en Andorra por voluntad propia.