dimarts, 7 d’agost del 2007

Roger Rieu y Manel Vidal, agentes de enlace de la red Wi-wi

Annie Rieu

Precedentes
Roger Rieu Thoumaset, de casa Jacqueli, nació el 5 de julio de 1920 en Rieu, aldea del valle de Capvert (Seix, Francia), de madre campesina y padre desconocido. Tenía un hermano mayor y dos hermanastros más jóvenes. Su padrastro era campesino y su madre hacia, a temporadas, venta ambulante de bordados, gafas, etc. Se casó en 1944 con Josefina Mias (hija de un republicano catalán, exiliado en febrero de 1939 por el Pertús). Tuvieron tres hijas y dos hijos. Roger ayudaba a su madre y su padrastro en el campo y trabajaba de criado o de mozo para los agricultores del vecindario.
Manel Vidal nació en Isil (Pallars Sobirà, Catalunya) en 1899 en una familia de campesinos pobres. Tuvo dos hijas y tres hijos. En 1937 una inundación se llevó su casa.
Durante la guerra civil española Manel hizo de guía, por el Port de Salau, de personas que se evadían del nazismo. Aprovechaba la ocasión para llevar comida a unos primos exiliados. Les llevaba sobretodo productos del cerdo, ya que la familia criaba uno en Isil. En Francia compraba lo que faltaba en el otro lado, como café y tabaco, y lo traía a su casa. Por esta razón era sospechoso de hacer contrabando y una denuncia lo llevó a la cárcel de Sort durante unos días. Allí fue identificado como anti franquista y deportado a Aragón, a Los Corrales (Ayerbe, Huesca) donde estuvo dos meses.
Sus viajes alimentarios hicieron que conociera a mucha gente, tanto francesa como exiliada española, en Couflens y en Salau (Ariège, Francia). Con toda ella mantenía una estrecha relación.

La red Wi-wi
En 1943 Jean-Marie Morère (oriundo de Soueix, Ariège, Francia), jefe en Marsella de la red Wi-wi, contacta con Roger. El 25 de junio este se enrola en la red como voluntario mientras dure la guerra. Hacía de agente de enlace y pasaba cada 15 días, a veces cada 8. Su trabajo estaba remunerado: cobraba 10.000 francos por cada viaje. Nadie de su familia lo sabía. Su madre lo trataba de gandul y sospechaba que hacía tráfico de sacarina.
Manel tenía 45 años cuando Jean-Marie Morère lo contactó para entrar a formar parte de la red, también como agente de enlace. Aceptó la misión por razones económicas y, como Roger, por razones ideológicas y personales.
Al principio de la creación de la red, Jacinto Bengoetxea (de Navarra), chofer de autobús de la compañía Itté, encaminaba los mensajes. El jefe de la red en Saint Girons era Felicien Carrère, de Soueix. Su hijo Marcel Carrère, agente de enlace, se ocupaba de miniaturizar los pliegos de documentación. Lugares como el domicilio de Barthélémy Gabarre en Saint Girons o como el colmado de Caroline en Couflens, les servían de buzón. Roger y Manel eran los pasadores, es decir, los dos eslabones de la cadena en la frontera occitano catalana.
Para cumplir sus misiones Roger iba en una vieja bicicleta, vestido con harapos. Decía que iba a ver el médico (el doctor Lagorce) a causa del paludismo que supuestamente había contraído en Marruecos o Argelia cuando estaba en el ejército. Escondía los mensajes en sitios insólitos como el manillar o la mancha de la bicicleta. Estas astucias le permitieron escapar de un severo control de la GESTAPO sin problemas, pero con mucho miedo. En otra ocasión hizo pasar, dentro de un cesto, una pistola desmontada cubierta de cerezas. Dejó el cesto en la falda de un pasajero alemán que iba a Couflens en el autobús de línea.
Las citas de la red en Saint Girons se hacían en el café Madrid con la complicidad de uno de los camareros, José da Silva. Los mensajes se intercambiaban en los lavabos del café. Desde Marsella los llevaba Morère, o alguna chica joven, o incluso a veces un cura (que había hecho el oficio de pasador). Roger los llevaba a Angouls y de allí, a pie, pasaba la frontera por Vinyals, entre los puertos de Aulà y Salau, y bajaba hacia la borda Petit, propiedad de Manel, donde este los recogía. A veces Manel lo esperaba por las crestas, o a medio camino de borda Perosa. Manel hacía llegar los documentos a Barcelona.
Cuando los pliegos salían de Barcelona y tenían que llegar a Marsella el itinerario se hacía al revés, con las mismas personas.
Por otro lado, Roger frecuentaba la comunidad española exiliada –política o económica-, muy numerosa en el Haut Salat. El hecho de que la lengua occitana, la que hablaba Roger, y la lengua catalana sean tan próximas facilitó mucho la comunicación.

Las acciones más importantes de la red Wi-wi
Entre todos los mensajes transportados hay que destacar los siguientes:
- Los planes de defensa antiaérea de Marsella.
- Los planos de la base submarina de Cap Janet.
- Información sobre el hundimiento de los barcos saboteados en Toulon.
- Información sobre las líneas de defensa en la frontera italiana.
- Información sobre los trenes blindados estacionados en Callade les Aiguilles, en los alrededores de Marsella.
Pero las dos informaciones más excepcionales son la de los aviones torpederos (aviones de caza Fockewulf), y el de las minas instaladas por los alemanes a lo largo de la costa. Estos dos valiosos mensajes proporcionaron información precisa de los lugares en los que estaban escondidos los aviones, que pudieron ser eficazmente bombardeados.

La vida después de la Guerra Mundial y los reconocimientos.
El 1 de octubre de 1944, cuando la guerra ya había acabado en Francia, Roger se incorporó a la segunda Compañía de exploradores esquiadores. Fue nombrado sargento el 20 de setiembre de 1944 y se enroló para tres años. Fue destinado al Tirol (Austria). Más tarde se negó a ir a Indochina y fue desmovilizado el 20 de abril de 1946.
Aquel mismo año volvió a casa, reemprendió la actividad agrícola y crió cabras. Durante unos años vivió, con su mujer y sus tres hijas, gracias a pequeños trabajos precarios. En 1957 trabajaba como obrero interino en la compañía Electricité de France y en 1960 lo contrataron como vigilante de la fábrica de Salau. Acabada la guerra Roger fue recompensado por los servicios prestados. Francia le dio la Croix de Guerre Étoile d’Argent en febrero de 1946, entregada por el general De Gaulle y el mariscal Juin. Después obtuvo la Médaille Militaire y le atribuyeron la Croix de Guerre avec palmes, por decreto del 5 de julio de 1951. Los Estados Unidos le concedieron la American Legion en 1994. Se jubiló en 1980 y murió en 1997 a la edad de 76 años.
Manel dejó Isil en 1950 para ir a vivir en Saint Girons. El exilio hacia Ariège (Francia) fue definitivo. El y su familia se alojaron primero en casa de una tía, hasta que pudieron comprarse una casa pequeña con el dinero de la venta del rebaño. Manel trabajó como obrero para un español (en la empresa Navarre) durante un año y participó en la construcción del laboratorio subterráneo de Moulis. Cuando acababa la jornada laboral hacía horas extras, paleando arena, para alimentar a su numerosa familia. Posteriormente la empresa Azalini, que tenía una serrería en Saint Girons, lo contrató como peón. Cuando se jubiló, a los 68 años, sólo tenía 14 de cotización a la seguridad social.
Manel no obtuvo ningún reconocimiento por su trabajo en la red Wi-wi y no se le concedió la carta de excombatiente. La recibió sólo en 1980. Fue su hija quién se la llevó al hospital donde poco después murió. Tenía 81 años.